miércoles, 30 de noviembre de 2005

El croissant, un manjar muy calórico y poco saludable

Aunque delicioso tomado recién hecho y mojado en un café con leche, el croissant es un alimento que reúne todos los requisitos para ser excluido de una dieta saludable. No pasa nada por tomarlo de vez en cuando, ya que también es un pecado privarse por completo de un bollo tan exquisito, pero dadas sus características nutricionales siempre debería comerse como algo excepcional.

Por su alto contenido en calorías, grasas saturadas y colesterol, es un alimento a evitar en casos de obesidad, síndrome metabólico, dietas anticolesterol, diabetes, prevención cardiovascular y, evidentemente, muy poco recomendable en dietas de adelgazamiento.


Comer un solo croissant nos aporta ni más ni menos que unas ¡500 calorías!, de las cuales cerca de 300 provienen de las grasas que contiene.

Cien gramos de croissant contienen unos 80 gramos de carbohidratos, cinco gramos de proteínas y unos 15 gramos de grasas, de las que un 90 % son grasas saturadas. Además, contiene 130 mg de colesterol (casi la mitad de las recomendaciones diarias).

Se preparan normalmente a base de harina de trigo, agua, sal, azúcar, levadura y se suele usar la mantequilla como grasa.


Grasas perjudiciales

En los croissanes industriales y pre-cocinados la mantequilla es a menudo sustituida por la margarina o la manteca de cerdo, ya que resultan más económicos. Algunas fórmulas incluyen también leche y huevos.

Sea cual sea la grasa utilizada (mantequilla, margarina o manteca de cerdo), el efecto para nuestro organismo sigue siendo poco saludable. En los tres casos supone ingerir una dosis excesiva de grasas perjudiciales para nuestras arterias.
La margarina, pese a ser una grasa de origen vegetal, contiene lo que se denomina grasas "trans" que son tan o más perjudiciales que las grasas saturadas.

Si además nos lo tomamos untado con mantequilla y mermelada multiplicamos las calorías y el daño cardiovascular. El valor energético sigue subiendo en los que contienen chocolate, crema, queso, sobrasada (ahí la grasa saturada se incrementa con creces) o preparados a modo de bocadillo con embutido.

Una forma de convertir el croissant en un alimento cardiosaludable sería prepararlo con aceite de oliva, pero hay que tener en cuenta que el contenido calórico seguiría siendo el mismo. En este caso sería apto para una dieta anticolesterol en la que no existe sobrepeso, pero no para una dieta de adelgazamiento.

P.D. Para que se tenga una referencia de lo que significan 500 calorías, decir que por ejemplo el gasto calórico diario de un varón de 35 años, de 1,80 m. de estatura y 75 kilos de peso, que hace ejercicio diariamente para mantenerse en forma, es de 2.400 calorías. Una chica de la misma edad, 1,65 m. de estatura y 60 kilos, e idéntica actividad física, gasta diariamente alrededor de 2.000 calorías. Es decir, si ella se come un croissant se zampa una cuarta parte de las calorías que necesita en un día. El croissant por si solo no es el culpable de que una persona engorde, pero sí contribuye a que sea mucho más fácil superar la ingesta de calorías necesaria y a empeorar el buen funcionamiento de nuestro sistema circulatorio.

sábado, 26 de noviembre de 2005

¿Le afectará el cambio a Isinbayeva?

Hay un hecho muy común entre los atletas: dejar al entrenador que te ha criado o te ha hecho lograr tus primeros grandes triunfos como deportista. Es un hecho que se repite y en la inmensa mayoría de las veces acaba mal para el atleta disidente.

El caso más conocido a nivel español es el de Yago Lamela.

Dejar al entrenador que te ha formado es dejar a la persona que más te conoce en todos sus aspectos, tanto deportivos como personales: tu carácter, tus virtudes y defectos, tus manías, tus motivaciones, tus preocupaciones, tus ilusiones y un largo etcétera.

Pero casi siempre llega el día en que el atleta quiere y decide cambiar.

Las razones son de todo tipo: desgaste en la relación personal, desconfianza en el sistema de preparación, ganas de encontrar un nuevo entorno (siempre lo ajeno parece mejor), ilusión por formar parte de un grupo de entrenamiento más profesional. A menudo, el cambio supone también un cambio de residencia y, por tanto, un giro completo a tu vida de siempre.

¿Qué ocurre? La adaptación no es fácil (nueva vida y nuevo concepto de entrenamiento) y el nuevo entrenador casi nunca llega a conocerte como el primero.

Suele ser muy común que el principal objetivo del nuevo técnico sea corregir los principales defectos de su nuevo atleta, pero en este empeño a menudo se cae en el error de no seguir potenciando sus principales virtudes (innatas y/o adquiridas). Y suele ocurrir que en lugar de mejorar el atleta se estanca o retrocede en su progresión.

Isinbayeva acaba de dejar a Eugueni Trofimov, su entrenador de toda la vida. A su lado, Isinbayeva ha batido 17 récords del mundo, se ha convertido en la primera mujer en saltar 5 metros en salto con pértiga y ha logrado todos los títulos habidos y por haber. Con Trofimov, Isinbayeva no ha conocido rival y hasta la fecha no hay nadie que amenace su hegemonía.

Isinbayeva se ha ido a Italia para entrenarse con Vitaly Petrov, el que fue entrenador de Sergey Bubka y considerado el mejor técnico del mundo en la especialidad. Sus conocimientos están fuera de toda duda.

La rusa lo tiene todo a su favor para que las cosas le sigan saliendo bien: es inmensamente mejor que todas sus perseguidoras y su valor real es muy superior a los 5,01 metros, que posee como récord del mundo. Todo parece indicar que puede ser la excepción que confirme la regla.

Pero pese a todo, a mi no me convence el cambio y tengo dudas:
¿Seguirá Isinbayeva sin conocer rival, progresando como hasta ahora y sumando centímetros a su record del mundo?

¿Saltará los 5,10 metros que ha superado ya en entrenamientos y que por no cerrar el grifo de su cuenta corriente prefirió no intentar en competición la pasada temporada? (por cada récord del mundo batido se embolsó entre 10.000 y 100.000 dólares y lo más rentable es ir batiéndolo centímetro a centímetro, como hacía Bubka).

Por muy bueno que sea Petrov, nadie la conocerá tan bien como Trofimov.

lunes, 21 de noviembre de 2005

Ronaldo se arriesgó y lo paga caro

He leído en "El País" que Ronaldo terminó el Madrid-Barça cojo. “Con problemas hasta para caminar”.

Durante el partido, aunque intenté fijarme, yo no pude apreciar la cojera, pero sí pude constatar (como todo el mundo) que Ronaldo no estaba fino. No protagonizó ni una sola de sus peligrosísimas escapadas fulgurantes con el balón. No estaba rápido ni ágil porque simplemente no podía correr ni moverse como él sabe hacerlo.

Está claro que su lesión de tobillo no estaba recuperada al cien por cien y eso le pasó factura. Aunque una lesión no duela, cuando el deportista sabe que no está curado no rinde al máximo. Inconscientemente, los mecanismos de autoprotección lo impiden. Aunque esté en forma, que tampoco lo estaba (pero esta es otra cuestión).

El día antes del partido el brasileño reconoció que iba a jugar con molestias. Tres días antes del partido le vi por la televisión renqueando cuando hacía “skeepings” e incluso cuando trotaba.

Y yo pregunto: ¿Es lógico que Luxemburgo le alineara en estas condiciones? ¿Es sensato por parte del propio jugador arriesgarse a jugar, pese a no estar completamente recuperado?

No hay mayor riesgo que forzar la máquina cuando una lesión no está completamente recuperada. El riesgo de lesionarse es mucho mayor (que se lo pregunten a Woodgate, como ya expliqué en un post anterior) y además se retrocede en la recuperación de la propia lesión.

El miércoles tiene otro importante partido ¿volverá a jugar?

P.S. Otro apunte: el Barça dio un baño al Madrid, nadie lo pone en duda, pero sin desmerecer un ápice tan brillante victoria (que disfruté como la que más), es de justicia decir que el Madrid jugó mermado, con varios de sus jugadores tocados (Zidane, Ronaldo, Beckham, Guti, Baptista). La culpa fue de Luxemburgo por alinearlos, claro, pero...
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ULTIMA HORA: Acaba de anunciarse que Ronaldo es baja para el partido del miércoles (igual que Zidane). Las leyes de la salud y del deporte son más sabias que las voluntades de los entrenadores y jugadores. Forzar el cuerpo siempre es malo y se acaba pagando.

miércoles, 16 de noviembre de 2005

Métodos buenos y malos para adelgazar

El único método eficaz para adelgazar es conseguir que nuestro organismo gaste más energía (calorías) de la que necesita para su funcionamiento. Y sólo hay tres caminos para lograr este objetivo:

1.- Ingiriendo o comiendo menos calorías de las que necesitamos (dieta hipocalórica personalizada)

2.- Incrementando el gasto energético de nuestro organismo con la práctica de ejercicio físico

3.- Haciendo ambas cosas a la vez (comer menos y hacer ejercicio)

El número 3 es el camino más eficaz y recomendable.

Dicho esto, sobra decir que todo lo demás son pamplinas, falacias y mentiras.

Para adelgazar no hay milagros y hasta la fecha no existe ningún aparato milagroso, ni crema, ni producto que permita eliminar kilos y grasa por si mismo. Por arte de magia, sin más.

Por tanto, si quieres adelgazar no tires el dinero en productos inútiles aunque te resulten atractivos y creibles en los anuncios. (Se trata siempre de un engaño al consumidor). Con ellos, sólo conseguirás que pierda peso tu cartera, pero tu cuerpo no perderá ni un gramo de grasa.

Listado de productos engañosos

- Pantalones o fajas sudadera. Aumentan la sudoración y con ello el cuerpo pierde más agua, pero no se elimina grasa. Igual ocurre cuando se hace una sauna. No se adelgaza (adelgazar es eliminar grasa). Si se pesa menos es porque se ha perdido agua y ésta se recupera de inmediato bebiendo o comiendo.


- Aparatos de electroestimulación. Estos aparatos pueden tonificar la musculatura (a base de muchas sesiones y una paciencia de santo), pero no eliminan ni un gramo de grasa. Para tener los abdominales de Brad Pitt tiene que trabajar el corazón y quemar calorías, aumentando la frecuencia de pulso cardiaca (Ver post anterior: Abdominales y Tripa).

- Cremas adelgazantes, moldeadoras o reductoras de grasa. No inviertas en ellas. No sirven para nada. El fisiólogo José Enrique Campillo lo explica de maravilla en su blog. Basándose en un modelo matemático, Campillo demuestra que si verdaderamente se quemara tal cantidad de grasa y se metabolizara (eliminara), las reacciones fisiológicas que se producirían en nuestro organismo provocarían “un aumento de la temperatura corporal de varios cientos de grados” Muy simple: nos desintegraríamos.

- Parches quema grasas y anticeluliticos (la misma reflexión que antes).

- Pastillas y productos con supuestos efectos adelgazantes: cápsulas de vinagre de manzana, cápsulas o pastillas de alcachofa, té rojo, infusiones de todo tipo, suero de leche, zumo de pomelo, zumo de limón en ayunas, cápsulas de piña o ananas, sopa quemagrasa ...y un larguísmo etcétera.

ADVERTENCIA: Muchísimo cuidado con todos los productos adelgazantes cuya composición se desconozca, ya que pueden contener sustancias altamente peligrosas para la salud. No fiarse de ninguno que prometa adelgazar sin esfuerzo y en un tiempo record.

Nota: Aunque existen muchas investigaciones en curso, hasta la fecha sólo existen dos fármacos en España autorizados como tratamiento contra la obesidad. El Xenical (orlistat) y el Reductil (sibutramina). Ambos deben usarse bajo prescripción y control médico y sólo se obtienen resultados satisfactorios si además se sigue un tratamiento dietético y se hace ejercicio.

domingo, 13 de noviembre de 2005

Pautas para engordar saludablemente

Son mayoría las personas que quieren adelgazar, pero también las hay que quieren y necesitan ganar peso.

Estas personas son motivo de envidia entre aquellos que deben cuidar con detalle su dieta porque a la mínima engordan. Pero cuando una persona es delgada por naturaleza no resulta tan fácil engordar y también puede resultar un quebradero de cabeza.

Desde este blog puedo proporcionar una serie de pautas dietéticas que permiten sumar algunos kilos y hacerlo además de forma saludable. No obstante, debe quedar claro que a menudo la delgadez o el bajo peso corporal va ligado a causas de tipo congénito o metabólico que impiden el aumento de masa grasa.

En estos casos, el seguimiento exclusivo de una terapia dietética (dieta individualizada junto con el cumplimiento de unas pautas alimenticias) puede no resultar suficiente y es necesario complementarlo con un tratamiento médico o farmacológico. En estos casos, se hace necesaria la visita a un médico especialista.

Cuidado con el tabaco y la comida suculenta

La primera advertencia para todas aquellas personas que quieran engordar es no caer en el error de pretender hacerlo a base de atiborrarse de alimentos “supercalóricos”, ricos en grasas saturadas y/o en azúcares refinados. (ejemplos: Big Macs o similares, bollos, pastelería industrial, embutidos, salsas, patés ...) Con este tipo de alimentos se puede engordar, claro está, pero a costa de poner en riesgo la salud.

La segunda advertencia va dirigida a los fumadores. La nicotina supone un freno a la ganancia de peso corporal. Basta con dejar el tabaco para ganar kilos (y mucha salud) de forma casi inmediata.

La tercera advertencia es para los que quieren ganar peso, pero sólo a base de incrementar su masa magra o muscular. En este caso, es totalmente imprescindible que junto al tratamiento dietético se siga el plan de entrenamiento adecuado. Sin un trabajo de musculación eficaz es imposible tonificar o muscular.

Estas son las pautas a seguir:

- Mantener un horario de comidas riguroso y no saltarse ninguna comida.

- Comer cinco veces al día: desayuno, tentempié, comida, merienda y cena.

- Los frutos secos son el mejor tentempié para un persona que quiere engordar con salud (son extraodinarios para la buena marcha del sistema cardiovascular, previenen el envejecimiento y son muy ricos en calorías, entre otras virtudes).

- Comer siempre sin prisas y sentados en la mesa.

- Hacer un desayuno completo: con lácteos, pan o cereales, fruta, frutos secos, miel...

- Las comidas principales (comida y cena) deben consistir de un plato rico en carbohidratos (pasta, arroz, legumbres, patatas...) y de otro en proteínas (carne, pescado, huevos...), acompañado de verduras crudas y/o cocidas.

- Acompañar las comidas con pan mojado en aceite.

- Usar aceite de oliva como grasa principal y usarlo en abundancia para aliñar verduras, ensaladas y preparación de comidas.

- Acompañar las comidas con una cerveza, copa de vino (sólo una), mosto o zumo de manzana.

- No dejar nunca de tomar un buen postre. Puede alternarse un postre rico en azúcares (flan, helado, natillas, fruta en almíbar, pastel de manzana...) con otro a base de fruta fresca o lácteo (queso, yogur, requesón con miel y piñones...).

- Después de comer, tomar una infusión acompañada de chocolate o unos frutos secos.

- Tomarse un pequeño descanso después de comer, ya sea tumbándose o echando una siesta.

- Evitar las bebidas estimulantes y alcohólicas de alta graduación.

- Tomar levadura de cerveza como suplemento nutricional en cada una de las comidas principales, a razón de 5 a 10 gramos. Se comercializa en forma de polvo, copos y también en comprimidos o cápsulas. Es una fuente de vitaminas del grupo B, primordiales para lograr una buena utilización de los nutrientes.

Si todo ello, además, se acompaña de una dieta personalizada con
los requerimientos energéticos adecuados, puede arrojar unos resultados muy satisfactorios.

jueves, 10 de noviembre de 2005

Por qué se lesiona tanto Woodgate

¿Por qué se lesiona tanto Woodgate? Nadie más que el propio jugador se ha hecho una y otra vez esta pregunta: ¿por qué? y ¿por qué tiene que pasarme precisamente a mí? Nadie hasta ahora le ha sabido dar una respuesta. O por lo menos, hasta donde yo sé. Una lesión es lo más cruel que le puede pasar a un deportista, pero todavía es más cruel cuando no sabes el por qué y cuando las lesiones se suceden una tras otra.

Son muchas las causas que hacen que un deportista se lesione. En un deporte de contacto tan duro como el fútbol es muy frecuente que se produzcan lesiones a causa de impactos entre jugadores, caídas, choques, resbalones... En este tipo de accidentes poco interviene la preparación física. Por muy bien entrenado que esté un jugador, poco puede hacer ante un “superpatadón” de un defensa o ante una torcedura por caer mal tras un salto. Evidentemente, cuanto mejor sea la calidad muscular /articular/ tendinosa (sea innata o adquirida por entrenamiento) menor riesgo existe de lesión grave, pero de nada sirve tener una musculatura fuerte y elástica cuando por ejemplo te golpeas la cabeza o te dan un puntapié en la rodilla.

Existen musculaturas más frágiles que otras. Por la propia naturaleza de sus fibras o por causas congénitas existen deportistas con una mayor predisposición a lesionarse que otros. Y resulta evidente que la musculatura de Woodgate es frágil. Es muy posible que la lesión del británico, tal como manifestó el doctor Alfonso del Corral, fuera “provocada por la dureza de la competición”. No obstante, existen otras posibles causas que debemos analizar.

A menudo sucede que cuando un deportista se lesiona se desencadena a partir de ese momento un mayor riesgo de padecer otra lesión. Para evitar un nuevo contratiempo, adquiere una gran importancia recuperarse bien y curar la dolencia al cien por cien. Y digo al cien por cien.

¿Por qué se repiten las lesiones? El doctor Del Corral, no obstante, asegura que la actual lesión de Woodgate “es completamente diferente. No tiene nada que ver con la de la pasada temporada. Aquella ha cicatrizado completamente”. Tiene razón. No existe una relación directa entre una lesión y la otra, pero sí puede existir una causa indirecta.

La descompensación muscular es una de las principales causas de lesión. Para que los músculos trabajen bien y sin riesgos de desgarros, esguinces, tirones, elongaciones o contracturas debe existir un esfuerzo compensado entre los llamados músculos agonistas y antagonistas. Es decir, entre aquellos músculos que actuando a la vez lo hacen de forma opuesta a la hora de realizar un movimiento. Mientras uno se contrae el otro se estira o, lo que es igual, mientras uno se flexiona el otro se extiende. No existe en nuestro cuerpo ningún músculo que pueda efectuar las dos
acciones al mismo tiempo.

El ejemplo mas común (agonista /antagonista) se produce cuando el músculo bíceps (agonista) se contrae y flexiona el antebrazo mientras el tríceps (antagonista) se estira. Otro gran ejemplo, y el que nos ocupa ahora, es el cuadriceps (parte anterior del muslo) y el bíceps femoral o isquiotibiales (parte trasera del muslo).

Las descompensaciones se producen cuando la fuerza, elasticidad o desarrollo de uno de los dos músculos no es la adecuada respecto del otro. El agonista siempre es más fuerte que el antagonista. Sin embargo, ciertos estudios apuntan que cuando el bíceps femoral (antagonista del cuadriceps) tiene una potencia inferior a un 60 % del cuadriceps existe riesgo de rotura del más débil. También existe un mayor riesgo de rotura cuando hay un acortamiento de este músculo y pérdida de elasticidad.

La última lesión de Woodgate se ha producido precisamente en el bíceps femoral de su pierna izquierda (rotura en grado 2). Justamente se trata del músculo antagonista del recto anterior (porción del cuadriceps) de su pierna izquierda, el que durante año y medio ha tenido lesionado y con recaídas.

Una hipotética causa de su lesión sería la descompensación entre su cuadriceps y su bíceps femoral a causa de haber fortalecido en exceso el músculo agonista lesionado durante tanto tiempo. Es un error muy común en estos casos. En un afán (humano) por lograr una mejor recuperación, se trabaja en exceso el músculo lesionado o bien se descuida el trabajo del antagonista (o ambas cosas), dejándolo más vulnerable.

Por otro lado, existe otro factor que también contribuye a una mayor vulnerabilidad muscular en un deportista que sale de una lesión. Cuando un músculo está “tocado” o lo ha estado (o no está al cien por cien), inconscientemente el deportista tiende a protegerlo, forzando más de la cuenta el resto de grupos musculares que contribuyen en el movimiento. El riesgo de lesión se incrementa. Tres días antes de su última lesión, Woodgate sufrió una sobrecarga en el músculo soleo de la pantorrilla. Era una indicación clara de que estaba forzando algunos paquetes musculares y que corría riesgo de sufrir una lesión de importancia.

Para evitar lesiones en cadena es fundamental curarse al cien por cien de la primera.

lunes, 7 de noviembre de 2005

Experta en fútbol por c...

Sin quererlo ni beberlo me he convertido en una de las mujeres más expertas en fútbol de este país.

Como aval tengo los 16 partidos que me he tragado en tan sólo cinco días. Todo un record. El mejor ratio de partidos/día lo establecí el pasado martes, día que me zampé cinco partidos de Champions a la vez.

¿Hay otra mujer de mi generación en este país, e incluso me atrevería a decir en el mundo, capaz de asimilar tanto fútbol? Lo dudo. Por lo tanto, hay que felicitarme y me felicito.

Hasta este año, mi “aprendizaje” se limitaba a sábados y domingos y algún que otro día entre semana. Era sólo una simple aficionada con unos pocos conocimientos, aunque éstos vienen de lejos.

Sin embargo, la cosa ha ido “in crescendo” y he obtenido el “cum laude” cuando la Premier League, la Bundesliga y el calcio italiano han irrumpido en mi pantalla. A un promedio de 3 o 4 partidos por fin de semana, he realizado todo un ‘máster’ en fútbol y ahora soy toda una experta. Pregúntenme lo que quieran. Por cierto, ¿alguien sabe qué tinte de pelo usa Cissé?

Desde aquí aprovecho para dar las gracias a Digital + por darme esta magnífica oportunidad ¿Qué sería de mí sin tan estimable ayuda? También quiero agradecérselo al inventor del mando a distancia y del ‘zapping’, sin lo cual mi gesta tampoco habría sido posible.

Pero, ante todo, se lo agradezco a mi familia. En primer lugar a mi padre (un fanático del Barça que me inculcó su pasión desde la más tierna infancia), a mi hermano, a mis tíos..., pero por encima de todos ellos, le doy las gracias a mi queridísimo marido que con todo su amor,y bajo la complicidad de mi hijo e hija, considera que la mejor forma que tengo para relajarme es viendo fútbol. Y así, me relajo a todas horas: a la hora de la siesta, a media tarde y durante la cena. Y claro, he aprendido fútbol por cojones...

jueves, 3 de noviembre de 2005

Mi teoría sobre las cremas antiarrugas

Mi teoría sobre las cremas antiarrugas es que no sirven para nada. No descubro nada nuevo. Ya lo sé, pero mi teoría se basa en desmontar los resultados “testados o comprobados clínicamente” que dicen tener estas cremas.

Me explico. Cuando empiezas a ponerte una crema te dicen que notarás los resultados “después de 8 semanas de uso diario” o “ 12 semanas después”. Es decir, a los dos o tres meses de iniciar el tratamiento. Bien. No digo que no sea verdad. Es más, me lo creo. ¿Pero qué pasa cuando te enfrentas a la cruda realidad? Que transcurrido todo este tiempo, a una que ya tiene cierta edad (48 años para ser exactos) ya le han salido nuevas arrugas o, las que tiene, se le han hecho más profundas. El resultado, pues, tras 12 semanas de untarte día y noche, religiosamente, es que te ves igual de arrugada o peor que antes de iniciar el tratamiento.

Diez años más joven

Sin embargo, la crema antiarrugas que más ha llamado mi atención, (y estoy segura que de otras muchas mujeres de cierta edad), es la que te hace “diez años más joven”. En sólo 12 semanas. Fantástico.

Estaba dispuesta a comprarla con tal que me rejuveneciera cinco minutos. Pero empecé a pensar y ¿si fuera verdad? Y desde entonces su posible adquisición me causa una gran zozobra y me produce hasta pesadillas: veo a mi hija de 10 años que de madrugada coge mi crema, se unta la cara y desaparece del mapa. Me despierto sobresaltada.


Hay que asumirlo

Hablando en serio. El envejecimiento de la piel es un proceso inevitable. Con el paso del tiempo, la piel va perdiendo elasticidad y disminuye su capacidad para retener agua. No queda, pues, más remedio que hacerse a la idea de que la piel se volverá más flácida y se arrugará.

Es cierto que el aspecto de la piel mejora con ciertas cremas y que para mantenerla lo más sana y joven posible es totalmente imprescindible hidratarla, cuidarla y, sobre todo, protegerla del sol para paliar este envejecimiento, pero no existen los milagros ni las cremas milagrosas.

CONCLUSION: Si no quieres tener arrugas sólo hay dos soluciones: o te haces un “lifting” o te pones en manos del cirujano de Sharon Stone. De lo contrario, lo tienes crudo, o mejor dicho, arrugado.