jueves, 26 de octubre de 2006

Ronaldinho y su grasa corporal


A raíz del constatado mal estado de forma de Ronaldinho se ha comentado mucho en el mundo “blogger” que una muestra de ello es que el crack brasileño está acumulando grasa.

Por los datos de peso (80 kilos) y estatura (1,81 metros) que aparecen en la web del Barça, el Índice de Masa Corporal (IMC) de Ronaldinho sería de 24,4, un valor acorde para un deportista con un buen desarrollo muscular. Desconozco cuál es su porcentaje de grasa corporal, pues se trata de un dato que sólo puede obtenerse mediante una medición corporal realizada directamente en el propio deportista, ya sea mediante la técnica de pliegues cutáneos, impedanciometría, método Tanita, etc…

De todas formas, cuando está en forma el porcentaje de grasa corporal de Ronnie andará alrededor del 10 %. Pero, insisto, se trata sólo de un dato totalmente aproximado y apreciativo.

Parece que actualmente su torso y su abdomen no están tan tonificados y musculados como la temporada pasada y donde antes predominaba la masa magra ahora también destaca algo de tejido adiposo. Son apreciaciones de espectadores del Madrid-Barça, al final del cual Ronaldinho se quitó la camiseta para cambiarla con un jugador del equipo blanco.

Éste es un acto habitual en él y me da la impresión que responde a un comportamiento un tanto exhibicionista con el propósito de mostrar su torneado tren superior. ¿Qué necesidad hay de bajarse el pantalón por detrás justo hasta donde la espalda pierde su nombre y por delante dejarlo en la misma frontera del vello púbico?


Masa magra

Lo único que me permite a mí valorar con cierta veracidad los comentarios de si Ronaldinho está ahora menos "cachas" que hace un año son las fotos que se han publicado al respecto.

La foto de arriba está tomada en el Bernabéu al término del triunfo madridista y la de abajo corresponde a la pasada temporada.

Opino que, efectivamente, hace un año Ronaldinho estaba algo más delgado y mejor definido muscularmente. Era todo piel y fibra. Desde entonces ha incrementado un poco su porcentaje de grasa corporal (es posible que pese igual) y ha disminuido su masa magra, pero la diferencia entre ambos Ronaldinhos es bastante poca.

De todas formas, sí puede ser un indicio de que ha disminuido sus sesiones de entrenamiento físico, lo que está directamente relacionado con su estado de forma.

La solución para corregir este problema es que vuelva a entrenarse como Dios manda. No sólo de técnica, talento y genialidades viven las estrellas. El trabajo y la condición física también cuenta.

sábado, 21 de octubre de 2006

Gimnastas en miniatura

La gimnasta italiana Vanessa Ferrari es desde el pasado jueves la nueva campeona del mundo de Gimnasia. En su página web personal, Ferrari especifica que mide 1,43 metros de estatura y pesa 34 kilos. Hasta aquí ningún problema. Es una niña mona y muy bien proporcionada, con un cuerpo idóneo para una edad de 11 o 12 años. Pero no tiene once ni doce, sino que está a punto de cumplir dieciséis (10 /11/ 1990). Los pechos de esta chica no están desarrollados y lo más probable es que ni siquiera tenga la menstruación.

Ocurre lo mismo con la mayoría de las gimnastas que han competido esta semana en el Mundial de Gimnasia celebrado en Aarhus (Dinamarca). La gran mayoría no llegan al metro y medio de estatura y no pesan más de 40 kilos. Se hallan en plena adolescencia, pero tienen cuerpo de niña. Basta con ver la imagen en el podio del equipo chino que ganó el título por equipos (Ver Foto). Sus edades oscilan entre los 16 y 18 años. Tienen su desarrollo retrasado y su físico no se corresponde al de las jóvenes adolescentes de su edad. ¿Por qué?

La estatura es un hándicap

Para la gimnasia la estatura es un hándicap. Ser bajito y poco pesado es sinónimo de flexibilidad, agilidad y autocontrol del propio cuerpo. A mayor estatura, más difícil es realizar determinadas acrobacias. No es lo mismo hacer un doble mortal carpado midiendo 1,40 m. que midiendo 1,60 m.

Me lo reconoció Svetlana Boguinskaia en Barcelona hace muchos años durante un Memorial Blume. La mítica gimnasta bielorrusa, con 1,62 metros de estatura, era considerada una gigante para este deporte: “Mi estatura me obliga a realizar ejercicios con menor dificultad”, me dijo.

Por esta razón, las gimnastas que más destacan suelen ser bastante más bajitas que la media. Es así por selección natural y porque los cazatalentos se encargan de elegir a las más bajitas y ágiles.

Trampas con la edad

En las grandes citas internacionales absolutas sólo se puede competir si se cumplen 16 años durante el año en curso. A esa edad lo más normal es haber alcanzado la pubertad. Sin embargo, la inmensa mayoría de gimnastas parecen niñas pequeñas y son todavía inmaduras sexualmente.

No hace muchos años se hacían trampas. También me lo contó Boguinskaia (en acción en la barra de equilibrio. Ver foto). Se falsificaban partidas de nacimiento y gimnastas que se hacían pasar por 16 años en realidad tienen 13 o 14. Este tipo de trampas se detectó años atrás en el equipo de la Republica Popular de China. Sus gimnastas no eran pequeñas: eran diminutas. Muchas de ellas no llegaban al 1,40 m. ni pesaban más de 35 kilos.

Esta fue una primera explicación a su retardado desarrollo, pero las autoridades deportivas han puesto fin a estas triquiñuelas. Sin embargo, siguen abundando las adolescentes con cuerpo de niña.

No les llega la menstruación

Durante la década de los años 80, también se habló mucho sobre el uso de terapias médicas no consideradas doping –pero éticamente muy cuestionables- para lograr cuerpos pequeños y ágiles con el fin de facilitar la ejecución de las más difíciles piruetas.

Se rumoreó sobre posibles tratamientos hormonales a base de píldoras (similares a las anticonceptivas), que pudieran modificar los niveles de estrógenos, progesterona y el resto de hormonas femeninas impidiendo con ello el normal crecimiento y desarrollo de una niña. El resultado: adolescentes bajitas, sin pecho y amenorreicas (no menstrúan). Sin embargo, me niego a creer que esto fuera cierto, o si lo fue (no se puede descartar que alguien lo utilizara), ahora difícilmente lo es.

Sin energía para crecer

El inexistente desarrollo puberal de las gimnastas no tiene porqué ser debido a un tratamiento médico. La causa radica esencialmente en el intenso esfuerzo físico al que están sometidas estas deportistas, cuyas exigencias de entrenamiento superan a las de muchos deportes.

Sesiones de entrenamiento de entre 6 y 8 horas diarias y una dieta con las calorías ajustadas para mantener un peso adecuado, provocan un notable retraso en el desarrollo puberal de las gimnastas. Se trata de una defensa del organismo ante una situación estresante. Todos los nutrientes de la dieta de una gimnasta se utilizan como fuente de energía con el fin de soportar los intensos entrenamientos y compensar las pérdidas proteicas provocadas por su esfuerzo muscular. No les quedan reservas para su desarrollo estructural: para crecer y desarrollarse. Todo lo gastan en entrenarse y mejorar.

Adultas bajitas

No obstante, las gimnastas recuperan su desarrollo en cuanto abandonan la alta competición. La pubertad, que tenían en fase latente, les suele sobrevenir de forma casi repentina. Ya sin entrenamientos severos y con una alimentación y vida normal, crecen, se desarrollan rápidamente y les llega la menstruación
El único peligro es que a veces el cambio es tan rápido y rotundo que en ocasiones no tienen tiempo para crecer lo suficiente. Algunas de ellas no llegan a crecer nunca hasta donde lo hubieran hecho de no haberse sometido a tan severos entrenamientos.
Otras engordan en desmesura (Mary Lou Retton) por sus ansias de comer todo lo que tenían restringido en sus años competitivos. Sin embargo, muchas otras se desarrollan sin problemas y se convierten en espléndidas mujeres, tal es el ejemplo de mi siempre admirada Nadia Comaneci (Ver foto).

domingo, 8 de octubre de 2006

Contorno de ojos para hombres

El pasado domingo, “El País Semanal” incluía un suplemento Extra Hombre dedicado íntegramente a la moda y a la belleza masculina.

Había un poco de todo: fotos de la moda
de otoño, un reportaje sobre Giorgio Armani, entrevistas a chicos guapos, famosos e influyentes que nos descubrían su prenda preferida, el perfume que usan, el coche que conducen o el libro que tienen en su mesilla. Para no llevar a equívocos sobre el “target” de la publicación, había un reportaje con los protagonistas del Campeonato del Mundo de Moto GP que posaron para la ocasión como modelos de la tendencia otoño 2006. Todo muy bonito y ‘glamouroso’.

En la sección de belleza, titulada “El Neceser Definitivo”, se mostraban los productos considerados necesarios para el cuidado del hombre actual. Además de los tradicionales productos para gozar de un buen afeitado, el pack i
ncluía cremas exfoliantes, tanto corporales como faciales, hidratantes, crema de día, “serum” de noche, gel con efecto lifting, autobronceadores, crema para el contorno de ojos e incluso polvos de color maquilladores “para cuando nuestra salud abandona nuestro aspecto…” (sic).

En las revistas ya llevan tiempo anunciándose cremas hidratantes y antiarrugas exclusivas para el hombre y en la pequeña pantalla desde hace algunas semanas también he visto el de un producto masculino contra las patas de gallo.

Asimismo, existen clínicas de estética exclusivas para el sexo masculino. Los implantes de silicona, en este caso, en lugar de las tetas se hacen en los glúteos.

Los dos hombres que hay en mi casa no hicieron ayer el
más mínimo caso al suplemento de “El País” ni quieren saber nada de cremas.

Mi señor esposo supongo que hace algunos años se hubiera interesado por algún producto que de verdad evitara la caída del cabello. Pero ahora como no se ponga un abrillantador de calva poco remedio tiene…


Mi hijo, a sus 21 años, también pasa de productos, y eso que es presumido, pero de otra manera.

He escrito todo este rollo porque tengo curiosidad por saber si de verdad los hombres actuales están de verdad tan preocupados por su belleza como para emular unos hábitos que hasta hace muy poco eran exclusivamente femeninos.

O si, por el contrario, lo que ocurre es que están cayendo en la trampa (las mujeres llevamos siglos en ella) de una gigantesca campaña publicitaria que engloba a todos los sectores comerciales del mundo de la cosmética y la estética.

Advertencia a los que les gusta cuidarse: no les critico.


¿Quién eligió a esta chica?


De nuevo, la delgadez de las modelos vuelve a ser noticia. Esta es una de las modelos que desfilaron ayer para el diseñador Guy Laroche para la presentación de su colección en París. Una imagen vale más que mil palabras.

¿Quién ha elegido como modelo a una chica con aspecto famélico y enfermizo? Sea quien sea el que haya hecho la elección, considero que el último responsable es sin duda el propio diseñador por permitir su exhibición.

Foto: AP.

domingo, 24 de septiembre de 2006

La dieta del sentido común


Vivimos en una sociedad en la que si una cosa no tiene un nombre o una marca determinada no interesa o no es valorada.

A la hora de elegir unas zapatillas de deporte deben ser unas Nike; el jersey, estar firmado por Ralph Lauren; el restaurante debe llevar el sello de Ferràn Adrià; los yogures sólo pueden ser Danone; y la colonia, de la fragancia Dior.

Cuando una persona tiene que ponerse a dieta ocurre tres cuartos de lo mismo.
Sólo si la dieta tiene un nombre determinado atrae la atención y se le concede crédito. Cuando los nutricionistas abogamos por una dieta sin nombre y sin pautas extravagantes (como por ejemplo hacer comer un Sugus a media mañana) no convence. Existe siempre una preferencia por las dietas estrambóticas, con nombre propio, leída en una revista o aconsejada por un conocido.

Así se han puesto de moda la dieta de la alcachofa, las archipopulares Dukan Atkins, la de los puntos, la de Montignac, la de la sopa “comegrasa”, la dieta disociada, la dieta IG, la dieta del semáforo, la del pomelo y un largo etcétera que me ocu
paría todo este post.

Sin embargo, la
pura y cruda realidad es algo en lo que están de acuerdo todos los profesionales serios en dietética y nutrición: la única dieta que de verdad funciona es la del sentido común.Es decir, la que supone limitar la ingesta calórica sin que ello suponga dejar de llevar una alimentación variada y equilibrada. Una dieta en la que se puede y debe comer de todo – por supuesto- sin excesos y limitando cierto tipo de productos y alimentos, pero siempre comiendo de una forma normal. Sin hacer combinaciones ni cosas raras.

A menudo nos empeñamos en que debemos ponernos a dieta y seguir una dieta determinada, cuando en realidad lo único que necesitamos para adelgazar unos cuantos kilos es poner un poco de orden y sentido común a nuestra alimentación.
Lo explica el cardiólogo Valentín Fuster en su libro “La Ciencia de la Salud”. Fuster aconseja adelgazar muy poco a poco y para conseguirlo propone a ciertos pacientes “aplicar pequeñas estrategias para reducir el número de calorías”, como por ejemplo, pedir dos primeros platos en el restaurante (los segundos suelen ser más calóricos), no terminarse todo el plato o comer la mitad (o comer en plato de postre, propongo yo).

En efecto, a muchas personas les sería suficiente para adelgazar de forma paulatina beber un par de cervezas menos; limitar el azúcar o sustituirlo por sacarina; comer menos chocolate y alimentos ricos en grasas; dejar de comprar alimentos tentadores; no tomar alcohol ni refrescos, sino agua; cocinar de forma más simple o mojar menos pan.

Si al sentido común en la mesa le añadimos un poco de ejercicio, mucho mejor.

Soy consciente que para aplicar bien este sentido común se requiere, en la mayoría de los casos, la ayuda de un nutricionista. No todo el mundo puede saber cómo actuar para dejar de engordar y perder kilos. Pero, bueno, para eso estamos.

viernes, 15 de septiembre de 2006

La delgadez de las modelos

Las modelos de la próxima Pasarela Cibeles tendrán que ofrecer “una imagen física saludable” y para ello “deberán tener un Índice de Masa Corporal (IMC), alrededor de 18”, según han anunciado los responsables del evento. Tampoco se permitirá desfilar a menores de 18 años, ni que se maquille a las modelos de forma que parezcan demacradas.

Un IMC de 18,1 corresponde a un peso de 56 kilos para una altura de 1.76 metros. El IMC es un índice que relaciona peso y estatura y que es utilizado por la comunidad científica internacional para determinar los diferentes tipos de obesidad.

La iniciativa podría ser un pequeño paso adelante para paliar las ansias de ser cada vez más delgadas que tienen las mujeres y frenar también la proliferación de casos de bulimia y anorexia.
Sin embargo, tengo la impresión que la medida se quedará en una mera operación de marketing o en un intento de buenos propósitos y lamentablemente no contribuirá a resolver el problema.

Me temo que, una vez más, las modelos de La Cibeles seguirán siendo extremadamente delgadas en su inmensa mayoría. Ojalá me equivoque.

Se habla de un IMC alrededor de 18, una cifra que de entrada está por debajo del consenso establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otro lado, vi en la tele un reportaje en el que se pesaban a tres de las modelos ya elegidas para el certamen. Se pesaron descalzas, pero vestidas (la ropa puede suponer un kilo más de peso) y las 3 se quedaban a más de un kilo de llegar al peso necesario para llegar a un IMC de 18. Pero como era “muy poquito” se hizo la vista gorda.

El consenso establece un peso saludable a partir de un IMC de 18,5. Éste es justo el límite y cuando una mujer tiene este índice está muy, pero que muy delgada.

Para dar una imagen verdaderamente saludable opino que el IMC no debería situarse por debajo de 19,5. Y este índice podría elevarse incluso por encima de 20 y eso nos permitiría ver desfilando a mujeres de bandera.

Pero está claro que ni los diseñadores ni las modelos piensan como yo.

La top Bimba Bosé, por ejemplo, no está muy de acuerdo en que se exija un peso mínimo a las modelos: “Delgada no equivale a desnutrida”, dice y tiene razón, pero aunque las modelos no estén desnutridas están ofreciendo una imagen de extrema delgadez que es la que intentan imitar las chicas jóvenes. Ahí reside el peligro.

Bosé añade: “Las modelos han de cumplir unas condiciones, entre las que se encuentran la delgadez y la altura”.

Esto es algo que podría discutirse. Siempre ha sido así, pero ¿por qué no pueden existir modelos menos altas y menos delgadas, siempre y cuando tengan un cuerpo bien proporcionado y ofrezcan una buena imagen?

Conoce tu IMC

jueves, 13 de julio de 2006

La pájara es necesaria si quieres triunfar


Pillar una pájara en un entrenamiento es algo muy habitual entre los velocistas. Aún lo es más entre los cuatrocentistas, corredores de mediofondo y fondo. Dicen que la palabra “pájara” proviene del argot de los ciclistas, quienes se
llevan la palma en este tipo de agotamiento. Por el contrario, nunca he escuchado que un futbolista sufriera una “pájara” en un entrenamiento.

Hay varios tipos de pájaras y las causas por las que aparecen varía en función del tipo de entrenamiento realizado.

La pájara más común y desagradable entre los velocistas es la que llega cuando se realiza un entrenamiento de resistencia láctica: es decir, la que obliga a trabajar los músculos con deuda de oxígeno (anaerobiosis). Por ejemplo, cuando se realizan series repetidas de entre 150 a 300 metros (o más) a un alta intensidad y recuperando entre 3 y 6 minutos.

Ante la falta de oxígeno, el organismo produce ácido láctico (lactato), sustancia que se acumula en el músculo y pasa a la sangre. Cuando la acumulación llega a un determinado límite, el malestar que siente el deportista, a causa de la intoxicación por lactato, es descomunal. Lo digo con conocimiento de causa.

¿Cuándo aparece? ¿Qué se siente?


A medida que avanza el entrenamiento, el atleta ya se va dando cuenta de que la “pájara” llegará. Sabes a ciencia cierta que te vas a sentir fatal. Y eso es terrible.

Tras cada serie te vas sintiendo paulatinamente más fatigado y lo normal es afrontar la última carrera ya un poco mareado y con dolor muscular. Un síntoma de que el lactato ha empezado a acumularse y de que la pájara ya está en camino.

El malestar se desencadena después de cruzar la línea de meta. No es instantáneo. Tarda varios segundos en aparecer, pero cuando llega no sabes qué hacer con tu cuerpo.

Se produce un intenso dolor muscular, principalmente en los glúteos. No puedes sostenerte en pie. Sólo piensas en tumbarte, pero aunque te tumbes no sabes cómo poner las piernas porque duelen un montón. Tu entrenador insiste en que no debes tumbarte, que necesitas andar, pero es imposible y le mandas a paseo. La impotencia es total. Paralelamente, te sientes mareado, con la boca pastosa… Sientes ganas de llorar…

Toda esta sintomatología puede durar muchos minutos y no es infrecuente que culmine con una vomitona. Aunque parezca extraño, muchas veces el hecho de vomitar hace que, de repente, te sientas mejor.

Horas después, ya recuperado, sigues sintiendo un peculiar dolor de cabeza y un profundo cansancio corporal. Los metabolitos de la pájara también aparecen en la orina, que se vuelve muy concentrada.

Yo he pillado un montón de pájaras. Son imprescindibles para lograr mantener la velocidad máxima en unos cien metros. La última fue hace un par de días, pero fue una pájara algo diferente a la descrita. En esta ocasión, fue fruto del cansancio acumulado por las competiciones y del fuerte calor reinante. Por motivos laborales y porque es la única hora en la que puedo coincidir con mi entrenador, me entreno a diario a la hora de comer cuando en verano cae un sol de justicia. Estos días, el termómetro asciende a diario por encima de los 30 grados. Anteayer, mientras estaba en la pista, el termómetro marcaba a la sombra 42 grados.

Finalizada la última serie, a velocidad máxima, me sentí mareada y tardé más de diez minutos en recuperarme. Pero no tengo otra opción que entrenarme a esa hora y si quiero lograr buenos resultados no hay más remedio que coger pájaras. Pero es lo normal y no hay nada extraordinario en ello.

sábado, 3 de junio de 2006

El doping genético ya está aquí


La llamada 'Operación Puerto' ha puesto al descubierto unas prácticas de doping que eran un secreto a voces. Por fin, la práctica de métodos ilegales (ejemplo: transfusiones sanguíneas) y el uso de múltiples sustancias dopantes (anabolizantes, hormona del crecimiento, EPO, clembuterol, nandrolona, anabolizantes de diseño y un largo etcétera…) han quedado en evidencia y ya nadie puede decir (excepto Luis Aragonés), que la práctica del doping es ajena al deporte. Sea cual sea, incluido el fútbol.

Sin embargo, otro método dopante está dando sus primeros pasos y va a ser muy difícil de combatir. Me refiero al doping genético. Una práctica tan sofisticada como
peligrosa que por ahora sólo está al alcance de los más 'poderosos'. Pero ahí está. De entrada debo decir que se trata de una terapia genética que se salta a la torera los principios de la bioética, es decir la ética aplicada en acciones de salud. Entre otros muchos, uno de los principios de la bioética dice: “… los conocimientos que se adquieran (sobre genoma y terapia genética) deben ser para beneficio de la humanidad y no deben desvirtuarse por intereses privados o colectivos contrarios a los derechos de las personas…”.

Qué es la terapia genética


La terapia genética consiste en insertar o inyectar genes dentro
de una célula para que estos nuevos genes permitan a la célula realizar o corregir una serie de acciones que no podía hacer antes. Por ejemplo, sintetizar sustancias que provoquen la muerte de células tumorales o que aumenten las defensas del enfermo. También pueden corregir o sustituir un gen defectuoso que causa una enfermedad. Hace un par de días, en Barcelona, una reunión de expertos dio a conocer los últimos avances en tratamientos en humanos que permiten regenerar tejidos óseos y vasculares en los casos de necrosis (muerte celular) de huesos y órganos.

Qué es un gen


Un gen es la unidad básica de herencia de los seres vivos. Los
genes están formados por ADN (ácido desoxirribonucleico) y se encuentran usualmente en el núcleo de las células. Cada gen tiene un código especifico que contiene la información necesaria para sintetizar sustancias (habitualmente proteínas tales como enzimas u hormonas). Los productos sintetizados por los genes tienen una función específica, bien sea en el desarrollo o en el mantenimiento de una función fisiológica normal. Los genes se disponen a lo largo de cada uno de los cromosomas.

Cómo se transportan e insertan los genes

Una de las técnicas más usadas es inyectar los genes al organismo humano a través de unos virus inocuos a los que previamente se les ha modificado su información genética y 'codificado' los genes a transportar. A estos virus transportadores de genes se les conoce con el nombre de vectores. Todo ello implica, previamente un trabajo de ingeniería genética en el que no voy a entrar. Si estuviéramos hablando de un virus patógeno (por ejemplo, el de la gripe) su objetivo sería infectar a la célula humana, copiar en ella su información genética (replicarse), pasar la información 'maligna' a otras células y, en consecuencia, provocar la enfermedad. Si se trata de un virus inocuo manipulado genéticamente, los genes que transporta permitirán sintetizar las sustancias que han sido previamente codificadas para lograr un determinado fin (dígase regenerativo, curativo, inmunológico, etc.) Si hablamos de doping, el fin podría ser estimular la eritropoyesis o formación de glóbulos rojos, lograr un efecto anabolizante u otros.

Aplicaciones en el deporte


Se sabe que ya se está utilizando una terapia genética llamada Repoxygen. Consiste en inyectar en las células musculares el gen de la EPO (eritropoyetina), la hormona que permite la síntesis de glóbulos rojos. Se hace a través de un
vector viral, cuya configuración permite, mediante otro gen, activar la síntesis de EPO cuando desciende el aporte de oxígeno en el músculo. El Repoxygen es una terapia genética patentada por los laboratorios Oxford BioMédica para el tratamiento de la anemia. Se ha experimentado en ratones que, gracias a la inyección del virus, corregían su anemia y recuperaban unos valores normales de hematocrito. Según informa la propia página web del laboratorio, el Repoxygen se encuentra todavía en fase de desarrollo preclínico, es decir no apto para el uso en seres humanos. Sin embargo, se tiene constancia de que ya circula por el mercado negro y lo están utilizando médicos deportivos sin escrúpulos. Su administración permite al organismo disponer de EPO de una forma permanente y al ser de origen endógeno (generado por las propias células musculares del individuo) resulta imposible detectarla.

El uso del Repoxygen saltó a la palestra en el reciente juicio contra el alemán Thomas Springstein, entrenador y pareja de la atleta Grit Breuer, habitual de
los podiums mundiales en 400 metros. En un e-mail presentado como prueba en la vista, Springstein solicitaba al médico holandés Bernd Nikkels la forma de obtener Repoxygen. En el mismo juicio, a Springstein y Breuer se les relacionó directamente con el doctor Miguel Ángel Peraita, director del Centro Médico Dynamed, sito en la calle Fernández de la Hoz, 76, de Madrid, de quien se presentaron e-mails recomendando al entrenador que dopara a su atleta y novia con anabolizantes. En el proceso judicial se explicó que otra atleta alemana tratada por el doctor Peraita fue enviada por éste a la consulta del hematólogo José Luis Merino Batres, recientemente detenido en la ‘Operación Puerto’ como colaborador del doctor Eufemiano Fuentes. La clínica del doctor Merino se encuentra en la calle Zurbano, 92, a pocos pasos de la del doctor Peraita, quien asimismo comparte con Merino un despacho en el propio Zurbano, 92. ¿Existe una conexión entre la red española de doping sanguíneo y la utilización en el mercado negro mundial de la terapia genética mediante Repoxygen? ¿Aparece el Repoxygen en el sumario de la ‘Operación Puerto’?


Otras terapias

Pero el doping genético no se limita al Repoxygen. Otro caso, de cuyo uso terapéutico en humanos no tengo constancia, pero sí se ha experimentado en ratones es la modificación del ADN muscular inyectando un virus portador del gen para la fabricación de IGF-1 (Insulin-Like Growth Factor-1), un factor de crecimiento similar a la insulina, de potentes efectos anabolizantes. Este gen se ha inyectado en ratones junto con otro gen promotor, cuya función es indicarle al gen del IGF-1 las células musculares donde debe sintetizar la sustancia.

El uso de IGF-1 como sustancia anabolizante, sin terapia genética, es un hecho y como tal se encuentra incluido entre los métodos prohibidos. El método consiste en inyectarse la sustancia. Suele emplearse conjuntamente con la Hormona del Crecimiento y hace furor entre los culturistas. El IGF-1 aumenta de forma artificial el volumen de las células musculares, hipertrofiándolas. Mediante terapia genética, el IGF-1 no sería detectable, salvo mediante una biopsia muscular.


Una tercera vía de posibles terapias genéticas aplicadas al deporte está vinculada a las investigaciones con los genes que activan la producción de Miosina IIb, una forma de miosina (la proteína más abundante del músculo que participa en la contracción muscular) cuya característica es una velocidad altísima de contracción y que proporciona una gran potencia a las fibras rápidas. Dicha terapia podría permitir elevadas mejoras en el rendimiento de todo tipo de velocistas o deportistas con necesidad de efectuar movimientos rápidos.


En resumen, el doping genético está ya aquí, entre nosotros, quizás incluso en la propia documentación de la ‘Operación Puerto’ y contiene elementos de un altísimo riesgo para la salud de los deportistas, en especial porque varios de ellos ni siquiera están autorizados para el uso humano. Y, como siempre, los delincuentes llevan la delantera...

miércoles, 24 de mayo de 2006

El récord masculino de Florence Griffith

Desde el año 1988 y hasta los 9,77, conseguidos por Justin Gatlin hace diez días, el récord mundial de los 100 metros lisos masculinos se ha batido o igualado en 8 ocasiones, sin contar los dos récords anulados por doping. Sin embargo, el récord de los 100 metros femeninos, que batió ese mismo año la ya fallecida Florence Griffith, permanece intocable desde entonces y no hay visos de que nadie vaya a batirlo en un futuro inmediato.

Nos remontamos a Julio de 1988, a dos meses vista de los Juegos Olímpicos de Seúl. Lugar: Indianápolis. Pruebas de selección olímpicas estadounidenses, popularmente conocidas como “trials”. En los cuartos de final de los 100 metros, Griffith cerró el cronómetro en un tiempo de 10 segundos y 49 centésimas, un registro que superaba todas las expectativas en una atleta del sexo femenino.

En ese mismo momento, yo estaba trabajando en la antigua redacción de la calle Tallers de “El Mundo Deportivo”. Era tarde, pasadas las once de la noche. Como responsable de la sección de atletismo del periódico, permanecía a la espera de los resultados de los “trials”. La sección de Última Hora me reservaba un pequeño espacio para dar la información sobre la competición.

Cuando el teletipo de Reuters escupió el primer flash de la noticia estuve convencida que se trataba de un error tipográfico. Pero instantes después AP (Associated Press), France Presse y después la agencia EFE, ya en español, ratificaban la increíble cifra: 10”49.

No daba crédito. Me volví loca. Nunca un récord del mundo me había provocado un shock tan grande. Supongo que algo tiene que ver el hecho de ser yo también una especialista de los 100 metros lisos.

“Necesito toda la página”, le dije a Xavier Díaz Serrat, responsable ese día de “cerrar” el periódico. “Lo que ha hecho esta tía es una monstruosidad. Hay que dar la primicia en prensa escrita”. Y lo hicimos. Fuimos los únicos en España que publicamos la proeza a la mañana siguiente.

Titulé a toda página: “Griffith corrió como un hombre: 10.49”

Y no era para menos: con esa marca, todavía hoy Florence Griffith sería finalista de los 100 metros masculinos en los Campeonatos de España absolutos y sería seleccionada como componente del equipo español de hombres para el relevo 4 x 100. Ya entonces di esta información.

Y es verdad, corrió como un hombre. Lo que entonces no podía decir ni escribir era lo que mucha gente ha sospechado desde esa tremenda gesta: que Griffith logró este registro (además del récord de los 200 metros con 21”34, y otras gestas) gracias a la ayuda de sustancias dopantes anabolizantes, entre ellas la Hormona del Crecimiento. Sustancias, en definitiva, masculinizantes. No hay más que ver su musculatura sin un gramo de grasa. Sólo piel y un músculo fibroso y superpotente. De hombre.

Los efectos de estas sustancias en el sexo femenino son mucho más evidentes y permiten unas mejoras mucho más espectaculares que en el hombre, quien por naturaleza ya tiene una actividad anabólica más acentuada.

Nunca pillaron a ‘Fast Flo’ en un control antidoping, cierto, y no hay ninguna prueba de que se dopara. A Ben Johnson sí le pillaron en Seúl, pero a ella no. Todavía hoy en día la Hormona del Crecimiento puede pasar inadvertida en un control antidoping. Sin embargo, 18 años después nadie se ha acercado, ni siquiera ha puesto en peligro, esta plusmarca.

Marion Jones es la única que tras lograr una marca de 10”65 en 1998 parecía tener posibilidades de amenazarla. No obstante, las marcas de Jones también han quedado en el olvido tras el escándalo de Balco por un anabolizante de diseño y el intento fallido de que otra chica volviera a correr como un hombre.

martes, 11 de abril de 2006

Operación Bañador

Mi trabajo consiste en poner en forma a la gente y en ayudarles a comer bien y adelgazar. Y como todos los años, en cuanto se aproxima el buen tiempo y el momento de probarse el bañador mi negocio sube como al espuma. No falla. Año tras año ocurre el mismo fenómeno. La petición de dietas y de entrenadores personales se incrementa de forma exponencial en abril. Se trata de la llamada “Operación Bikini”.

¿Pero de verdad hay tiempo para adelgazar, ponerse en forma, eliminar barriga y grasas acumuladas en los tres meses escasos que quedan para el verano?

La respuesta es: depende.

En primer lugar, depende del estado físico y grado de sobrepeso en que se encuentre la persona. Cuanto menor sea el exceso de kilos y menor la grasa acumulada más fácil será estilizar la figura y marcar unos buenos abdominales.

Y en segundo lugar, y ahí reside el factor esencial, depende de la fuerza de voluntad y capacidad de esfuerzo de la persona.

No hay que llevarse a engaño: se trata de una tarea ardua y difícil y sólo se consiguen resultados satisfactorios si se sigue al pie de la letra un plan dietético personalizado y se realiza diariamente un programa de entrenamiento específico.
Los milagros no existen. Y la operación es un fracaso si no se tiene continuidad y no se está dispuesto a sudar la camiseta.

En tres meses, siguiendo una dieta personalizada y un buen programa de ejercicio físico se pueden eliminar entre 6 y 10 kilos, lograr un mejor tono muscular y definir la musculatura.

Pero hay que empezar ya. Si dejamos pasar más tiempo, será una misión imposible.

Cómo quemar calorías con el ejercicio

Normas generales y aptas para todo el mundo

* Realizar a diario ejercicio cardiovascular a un ritmo moderado durante un mínimo de 35 minutos. Hay múltiples opciones para elegir en función de vuestro estado de forma: andar a ritmo ligero, hacer footing o jooging, bicicleta estática, cinta, mountain bike, sesiones en el gimnasio de spinning, aeróbic, steps, cardio box, etc..

* Complementarlo con ejercicios de tonificación, entre los que no pueden faltar los abdominales, las sentadillas de piernas, los pectorales y brazos en general. En mi
web
un Entrenador virtual ® os enseña los ejercicios más apropiados y la forma correcta de ejecutarlos.
Cómo restar calorías a la dieta

Normas generales y aptas para todo el mundo

* Eliminar alimentos ricos en azúcares refinados (bollos, pasteles, chocolate… Dulces en general).
* Limitar consumo de alimentos ricos en grasas (mantequilla, quesos, patés, embutidos, carnes grasas…). Tomar los lácteos desnatados.
* Controlar el consumo de aceite. Tomar un máximo de dos a tres cucharadas soperas al día para todos los menesteres (aliñar, saltear, cocinar, guisos…).
* Limitar el consumo de refrescos, cerveza y bebidas con alcohol.
* Suprimir aperitivos y evitar picar entre horas.
* Optar por cocinados poco elaborados y bajos en grasas: al vapor, hervidos, al microondas, al horno o a la plancha.
* Eliminar los fritos y rebozados (los huevos y las patatas siempre cocidos, nunca fritos).
* Potenciar el consumo de pescado, verduras y hortalizas.
* Sustituir el azúcar y la miel por sacarina.

* No repetir y moderar las cantidades.

Si quieres adelgazar con eficacia

Recomiendo:


* Someterse a un plan dietético personalizado.

No recomiendo:


* Seguir la dieta del amigo /a o la que has visto en una revista.
* Las dietas pintorescas, como la dieta de la alcachofa, del semáforo, sopa quemagrasa, del pomelo, de la zona y un largo etcétera.

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domingo, 2 de abril de 2006

Aquí no hay quien se mueva


Aunque se trate de una enfermedad multifactorial, el sedentarismo o falta de actividad física junto con la ingesta de un exceso de calorías son las principales causas desencadenantes de la epidemia de obesidad que está invadiendo nuestro país.

Lo más grave del asunto es que los principales afectados en este proceso sean los niños y adolescentes, en los que las tasas de incremento de prevalencia en España son superiores a los de los adultos. Los casos de obesidad infantil se han multiplicado casi por tres en los últimos diez años. En 1996 la incidencia era del 5%, pero actualmente el 14% de los menores son obesos, un valor que se sitúa por encima de la media europea. El porcentaje de obesos en el grupo de edad de 6 a 12 años llega al 16,1%.

Esto es así porque los niños españoles cada vez se mueven menos cuando juegan (videojuegos, ordenador, messenger) y además comen un exceso de alimentos ricos en calorías (chucherías, bollería industrial, patatas fritas, cheetos, pizzas,…).

La única forma de frenar esta tendencia al alza es modificando estos dos factores (dieta y ejercicio), pero la tarea no resultará nada fácil.


En los países desarrollados, las nuevas tecnologías (teléfono móvil, internet, mando a distancia, escaleras mecánicas, ascensores, controles remotos y un largo etcétera) han provocado una reducción alarmante de la actividad física y además se puede disponer de comida atractiva, barata y fácil (y mala) en cualquier lugar. Siempre existe un pretexto para comer o beber.

La reducción de la actividad física a causa de la tecnología resulta tan extrema que priva al ser humano de realizar movimientos, acciones y esfuerzos que antaño suponían un gasto energético muy significativo. Gracias a Internet nos ahorramos un buen número de caminatas porque la inmensa mayoría de las gestiones podemos hacerlas online, sentaditos sin movernos del ordenador.

Tampoco se necesita hacer esfuerzo alguno en acciones como, por ejemplo, bajar una persiana, subir o bajar la ventanilla del coche, girar el volante, encender o apagar el televisor, batir claras a punto de nieve, subir escaleras... Cada una de estas acciones suponía un pequeño gasto calórico que al ir sumándose a lo largo del día representaba un gasto energético total suficientemente importante como para evitar un incremento de la población obesa. Hace cuarenta años la prevalencia de obesidad en España era muy baja porque se ingerían menos calorías y la gente se movía mucho más. Y, sin embargo, era algo inusual hacer ejercicio o ir al gimnasio.


Dato: En el año 2005 la obesidad ascendía al 14,52% de la población española y un 53,5% tenía un exceso de peso (IMC superior a 25). Actualmente, en España hay más gente con sobrepeso que con peso normal o normopeso (IMC entre 18,5 y 24,9).

Un remedio para generaciones futuras: Implantar en primaria una asignatura de nutrición y salud que enseñe a los niños pequeños a cuidar su cuerpo comiendo de forma correcta y haciendo ejercicio.



miércoles, 8 de marzo de 2006

Las hormonas del miedo

El miedo es el motor del deportista. Este es el título de un post de Martí hace unos días en su blog. Martí argumenta que “el miedo es el motor que mueve los músculos…” Dice también: “El miedo te da alas (…) hace volar”. Lo sabe porque ha sido deportista y porque ha tenido miedo. A veces, mucho miedo: miedo a perder, a que le quitaran un récord, a hacer el ridículo, a dejar de ser el gran campeón. Y sabe también que cuánto más miedo ha tenido, más alto ha saltado y mejor ha competido.

La explicación a este fenómeno tiene una base fisiológica.

La competición genera una situación de tensión, miedo, incertidumbre, ansiedad, inseguridad… Es decir, genera estrés. El organismo reacciona ante este estrés preparándose tanto física como mentalmente para combatirlo.

Lo hace con la implicación del sistema nervioso autónomo y endocrino, mediante la segregación de una serie de sustancias y hormonas, como las catecolaminas (llamadas también “hormonas del miedo”) o la adrenalina, entre otras.
Estas sustancias desencadenan una serie de reacciones que afectan a casi todos los órganos y funciones de nuestro cuerpo: sistema nervioso, sistema circulatorio, sistema hormonal, sistema digestivo, función cerebral y función muscular, etc.

De esta forma, la mente se pone en alerta, los sentidos se agudizan, el corazón late más fuerte, disminuyen los dolores, los músculos reciben mayor riego sanguíneo, los pulmones se dilatan, aumenta la transpiración y todo el cuerpo se encuentra preparado para la acción.

Se produce el mismo fenómeno cuando nos encontramos ante una situación de peligro. Por ejemplo: en una calle oscura ante la amenaza de un agresor, durante un incendio, o cuando nuestro hijo se escapa y está a punto de cruzar una calle. Ante este tipo de situaciones, todo nuestro cuerpo se pone en alerta y en este momento gracias a las “hormonas del miedo” somos capaces de responder con rapidez y salvar el peligro. Muchas personas en situaciones límite han desarrollado una fuerza descomunal y unas habilidades insospechadas para hacer frente al peligro.

Al deportista le ocurre exactamente lo mismo y por eso casi siempre las grandes gestas se producen frente a los retos más importantes y ante las situaciones de mayor rivalidad y confrontación.


CAGARSE DE MIEDO

La expresión “cagarse de miedo” viene precisamente de una respuesta de nuestro organismo ante el miedo. Es una reacción fisiológica ancestral que permite huir más rápido del peligro, eliminando peso de nuestro cuerpo. Es frecuente verlo en los animales cuando sienten la amenaza de otros más peligrosos. Y lo vemos también en los niños pequeños cuando se hacen encima sus necesidades, por ejemplo, al aprender a nadar.

Unos de los síntomas más típicos pre-competitivos es precisamente ir varias veces al WC con ligeros síntomas de diarrea. Es algo que le pasa a la inmensa mayoría de los deportistas antes de una gran competición. No pasa nada. Es un trastorno pasajero y casi siempre suele ser un buen síntoma.


En la foto, puede verse a Maurice Green, campeón olímpico y ex-recordman mundial de los 100 metros lisos. Antes de la competición, “Mo” se comporta como una auténtica fiera acorralada. Y huye, explotando, con el disparo salida.

jueves, 5 de enero de 2006

La intoxicación del Atlético es alimentaria

El martes por la noche, al poco rato de terminar de cenar, catorce jugadores del Atlético de Madrid empezaron a sentirse mal. Los síntomas: dolor abdominal, diarrea, cefalea, vómitos, quebrantamiento general… ¡ Cayeron catorce de golpe ! Luego han caído otros tres más.

Si una cosa parece clara es que la causa del mal residía en la comida (o agua) que acababan de ingerir, ya sea porque ésta estaba contaminada por un virus, una bacteria, un hongo o una sustancia tóxica. Pero lo que parece evidente es que el causante del mal procedía de la comida.

Sin embargo, el médico del club parece no estar dispuesto a reconocerlo.

José María Villalón dijo desconocer si se trataba de una intoxicación alimentaría o de una causa vírica, ajena a la comida. Si se tratara de una infección vírica ajena la comida, la aparición de los síntomas no hubiera sido tan repentina y los jugadores hubieran ido enfermando de forma paulatina.

Una intoxicación alimentaria puede ser debida a múltiples factores:

- Alimentos contaminados por virus (por ejemplo: virus Norwalk), procedentes de aguas contaminadas, pescados, mariscos, ensaladas, frutas. Se trata de una intoxicación típica de colectivos.

- Por alimentos contaminados por agentes bacterianos (salmonella, Shigella, Stafilococus…) u hongos.

- Por toxinas generadas por los propios alimentos (por ejemplo: hemaglutininas).

- Por sustancias tóxicas a causa de alimentos en mal estado (por ejemplo: por aminas biógenas, típicas de pescados como el atún, bonito, sardinas…).

El menú del Atlético contenía muchos ingredientes susceptibles de padecer un tipo u otro de contaminación (bonito, huevo, queso fresco, pescado, ensalada…).

Lo que me cuesta entender de toda esta historia es la falta de transparencia, las divagaciones y la poca información facilitada, pero sobre todo no comprendo por qué este miedo a reconocer que realmente la intoxicación tuvo un origen alimentario. Como nutricionista no lo entiendo. Las intoxicaciones colectivas son frecuentes.

Quizás los más expertos en fútbol puedan encontrar alguna razón que a mí se me escapa.

¿Puede tener algo que ver que las instalaciones donde ocurrió el incidente estén regentadas por la Federación Española de Fútbol?