Ya nos está dando mucho el sol y debemos proteger nuestra piel y tenerla lista para el bronceado.
La mejor forma de hacerlo es a través de la alimentación. Eligiendo los productos adecuados se pueden paliar los efectos nocivos de los rayos solares que contribuyen a un envejecimiento prematuro de la piel.
- Los alimentos ideales para preparar y proteger la piel son: frutas y verduras de colores intensos, especialmente anaranjadas, rojas y moradas.
- Las frutas más aconsejables y que hay que comer a diario son: albaricoques, cerezas, sandía, melocotón, fresas, mango, melón redondo, papaya o frutas del bosque (arándanos, moras, grosellas…) Siempre tienen prioridad las frutas de temporada.
- Las verduras y hortalizas también deben estar a diario en nuestros menús. Para lograr un buen efecto antioxidante, se debe optar por las llamadas ensaladas Picasso o Arco Iris. Es decir, que contengan todos los colores posibles y cuanto más intensos, mejor: hojas de ensalada verdes y moradas, zanahoria, pimiento, tomate, pepino, rábanos, berenjena…
- El consumo de pescado azul también debe estar presente 2/3 veces por semana. Las vitaminas A, D y E que contiene ejercen un efecto protector y antioxidante.
- A diario hay que consumir grasas insaturadas. Nos las aportan el aceite de oliva, aceitunas y los frutos secos. Permitirán que la piel se mantenga tersa y nutrida.
- Finalmente, y muy importante, hay que beber, sobre todo agua. También son una buena opción los zumos de fruta o los licuados como los de zanahoria o que incluyan diferentes frutas y verduras coloreadas.
Todo ello, por supuesto, debe acompañarse de la correcta utilización de cremas solares con la protección adecuada adaptada al tipo de piel. También debe evitarse exponerse al sol en las horas de máxima radiación.